sábado, 2 de mayo de 2009

Amor en tiempos de influenza... Parte 2

****Disculpen la tardanza pero el tequila me acorrala****

-También me da gusto verte.
-Ah, no esperaba verte, qué sorpresa.
-Sí, si esperabas, en realidad yo tambien.
-Bueno, la verdad si.
-¿A dónde vas? Se supone que hoy no hubo clases, bonita ropa.
-Ah... eh, vengo del trabajo de mi papá.
-Y vas a casa con mamá.
-No, no tengo mamá.
-Ah perdón, yo tambien soy medio huérfano sabes?
-Tampoco tienes mamá?
-Yo no tengo papá.

Julián vive solo con su madre, con quien no tiene muy buena relación. Doña Andrea trabaja en una maquila y ella y Juli, como lo llama (las escasas veces que hablan) se ven muy poco, cuando ella llega a casa él está en la en la escuela y cuando él llega ella ya se durmió.

Andrea es madre soltera, el padre de Juli no sabe de su existencia.

Él va en una vocacional, en la 10, tiene muchos amigos y una banda, casi no entra a clases pues él cree que el verdadero y más útil aprendizaje lo tiene fuera del salón.
Julián es un mujeriego total, ha tenido más novias que ninguno de sus amigos que "son más caritas que yo", pero él era de ese tipo de chicos que tenían "un no se qué que qué se yo pero que encantan" como decía su prima Pau.

-Entonces, hoy si te acompaño?
-¿A mi casa?
-Si quieres vamos a otro lado.
-Hay epidemia sabes?
-De algo nos hemos de morir.

Aimée aceptó la invitación y fueron a un parque cerca de la casa de ella. Compraron paletas de hielo y caminaron hasta cansarse.
Hablaron del uno, del otro, esa "típica plática del conoceme más" como Meme la llamaba.
Ambos se sintieron muy cómodos. Se dieron cuenta de que tenían muchas similitudes, aunque también muchas diferencias, pero "una se complementa al otro" es la idea de Aimée.

Empezaba a anochecer y ella tenía que ir a casa.

-Ya es tarde, mi papá no tarda en llegar, ya me voy.
-Bueno, te llevo y de ahi yo me voy.
-Y si no hubo clases, a donde ibas tú?
-A dar un tour por el metro.
-¿Un tour?
-Si, para ver si te encontraba.

Despúes de eso caminaron en silencio a casa de Aimée. Llegaron y era hora de despedirse.

-Bueno aquí es, supongo que no tendras problema para llegar a la estación.
-No, no me perderé.
-Bueno, adios. Y se dió la vuelta para entrar a casa.
-Espera, y la tomo del brazo hasta hacerla virar.
La verdad es que nunca había conocido a nadie como tú, tan diferente a mi y al mismo tiempo tan ideal, ya sé que vas a pensar que es muy rápido para decirte esto pero no me gusta perder el tiempo, no me malinterpretes, pero he conocido y salido con muchas chavas, solo esperando encontrar después de mucho a alguna con el mínimo de personalidad que tu me mostraste en una tarde.

Aimée enmudeció, tal vez de haber sido otra la situación y hasta de haber sido otro el chico, en ese momento lo hubiera mandado al diablo, pero en ese momento ella pensaba justo lo mismo que él.

-Creo que no sentimos tan diferente.
-Puedo verte mañana? Misma hora mismo lugar.
-Misma hora mismo lugar.
-Bueno ahora si adiós. Y se dió la vuelta nervioso.

Aimée era enemiga del beso en la primera cita, pero no pudo resistir. "Al diablo la influenza"

-Julián?
-S...

Y cualquier intento de articular palabra se vio interrumpido por un beso, "el mejor beso".
Ese contacto cálido-inesperado-emocionante-inexplicable, labio con labio, las manos de ella en el cabello de él, y las manos de él rodeando su cintura, era nada comparado con la auténtica sensación de... "desaparecer" que ambos sintieron.

Entonces ella lo soltó y hecho a correr dentro de la casa con miedo de mirarlo a los ojos y no poder evitar hacerlo de nuevo.

Él quedo petrificado ahi afuera por varios minutos hasta que su cerebro fue capáz de lanzar la orden de partir.

Ya en su habitación Aimée se miró al espejo y casi no reconoció a la chica, con esa enorme sonrisa, las mejillas sonrojadas que se mordía los labios en el intento de contener un grito euforico.
"Esa no soy yo, esa es una niña súbita, estúpida, inexplicable e inevitablemente enamorada"

Ella que era "universal estereo" amante de todos los generos musicales, que disfrutaba del reggaeton y del rock, de la banda y el danzón, que le gustaba leer y amaba la escuela. Ahora caía rendida a los encantos de un 100% rockero, que no entraba a clases y no había terminado un libro en su vida.

"No importa, mañana mismo lugar misma hora".

A la mañana siguiente se puso linda "pero natural" y corrió a alcanzar a su padre para ir con él de nuevo a la empresa.

-Hoy no Meme, no vas a salir, por la epidemia, no te vayas a enfermar.

No podía creer lo que oía, ahora más que nunca quería salir y una extraña y mutante enfermedad junto con su padre no la dejarían salir.
Pasó toda la mañana planeando como hacer para avisarle a Julián "no tengo su telefono".

Pero tomó su desición, "Al diablo con la influenza". Y en menos de lo que lo decidió ya estaba ahí.
"Son las 2".

-Veo que la influenza no es problema para nosotros.
Julián estaba ahí y tenía una gran sonrisa que hacía saltar el corazón de Meme, además de que "se ve hermoso con esos lentes".

-No tengo permiso de salir pero no me podía permitir faltar.

Esta vez andubieron por los rumbos de él y le mostraba su vieja secundaria y los lugares que solía visitar.
Todo iba bien, entonces sonó el telefono de Aimée.

-Papá hola, que pasó?
-¿Donde estas Meme?
-En casa papá, donde quieres que esté?
-Si nena? Pues que raro por que ahora mismo estoy en casa y tú no estas por ningún lado.

Colgó, dijo a Julián el problema y rápido partieron a casa de Meme.
"Me va a matar, me va a matar"

-No te preocupes, le diré que fue mi culpa. Le dijo él para tranquilizarla.

Al llegar a casa de Aimée, Don Carlos esperaba en la puerta, en cuanto los chicos se acercaron tomó a Aimée por el brazo y la metió a la fuerza.

-Mira niño, no se quién eres ni me importa pero no volveras a hacer que mi niña desobedesca por estar con un patán cualquiera como tú, por si no sabes la gente muere de influeza cada minuto y por un tonto mi hija no se expondra a enfermarse, ahora vete.

Cerró con fuerza la puerta.

-Papá es un amigo, iba a avisarte pero lo olvidé y...
-Y? Y? Te dije que no ibas a salir, es la última vez que desacatas mis ordenes, te dije que no puedes salir y no saldras ni hoy ni mañana ni ningún día hasta que yo lo indique. ¿O quieres morir de esa maldita gripe?

Meme corrió a su habitacion y al mirar por su ventana hacia la calle vió a Julián recargado en un árbol.
Le lanzó un papel con su telefóno y un mensaje "No pasa nada, volveré a verte al diablo la estúpida influenza, al diablo mi padre, te quiero, A."

-Al diablo.
Y julián talló en el árbol, "mañana mismo lugar misma hora".

"Mismo lugar, Misma hora"

****Lunes 4 de Mayo Parte 3****

5 comentarios:

Barralibre dijo...

ash!! eres malaaaaaaaaaaaa! como me dejas asi??
(sape)

Yaaaa cuentame más!!!

CocoNash dijo...

linda historia,
de dónde sacas tanta inspiración???

Ana dijo...

Ahhh me encantan este tipo de historias waaaa
que bueno q la empecé a leer hoy y mañana haber q pasa wiii

Liz cArAmeLOZA ♥ dijo...

ay no puede ser me volvi
a kedar picada eso no es justo U.U

Ana dijo...

pero que pasa??
Ya es 4 de mayoooo..
jajaja