martes, 13 de octubre de 2009

Pasatiempo

Primeramente, el blog consistirá en historias que se presentaran máximo en 3 capitulos. Dejando claro eso, espero que les guste esta primera historia.

Conocí a Valeria en una café en Coyoacan el cual solía frecuentar con mis mejores amigos.
Era la noche del martes 13 de octubre, debió ser un presagio, no lo noté obviamente.

Se veía preciosa. Las luces del lounge resplandecían en su cabello rojo y sus ojos miel. Llego con un grupo de chicas, igualmente lindas, pero ninguna como ella.

No pude dejar de mirarla desde que entro en el café. Tenía el aspecto de chica linda, divertida y hasta con cierto toque de inocencia mezclada con insinuación.

Llegó en momento en que mis amigos y yo tuvimos que abandonar el lugar pues algunos querían dar la vuelta por la plaza, con todo el enfado del mundo tuve que acceder y solo me quedó un último deseo de volverla a ver que parecía próximo a desaparecer igual que el último sorbo de café.

Cuando paseabamos cerca del kiosko pude verla y vi sus ojos resplandecer en los mios ¡Por Dios me había mirado! Sentí que la tierra se hundía bajo mis pies y no hice más que quedarme parado como un gran tonto hasta que noté que estaba acercandose a mi.

Por fin la tuve en frente y antes de poder articular palabra, la escuché decir:
-Me llamo Valeria, vi que me mirabas insistentemente en el café, pensé que ibas a acercarte pero te fuiste, asi que antes de que vuelvas a desaparecer dime tu nombre
-Mauricio. Y, bueno, eeh... Iba a acercarme pero...
-Olvidalo, gané. Dí el primer paso, ya tendrás oportunidad para dar el segundo. Dame tu mano.

Sin pensarlo estiré la mano y ella sacó un boligrafo de su diminuta bolsa, con el que anotó su número de telefono y su nombre con una caligrafía perfecta.

-Ahí lo tienes, ya sabrás tú que uso le das. Ciao Mau.
Y nuevamente, sin darme la oportunidad de decir nada, se fué.

Al día siguiente, despues de muchos consejos de mis amigos y de intentos fallidos de tomar el teléfono, le llamé.
Un dulce voz sonó despues de 3 tonos.
-Mauricio ¿cierto?. Hola, ¿cómo estás?
-Ah, si, bien y tú?
-Bien tambien, y dime, ¿como será el segundo gran paso?

En realidad aun no tenía nada en mente pero no tenía tiempo ni tranquilidad suficiente como para detenerme a idear algo sorprendente en ese momento.
-Bueno pues, preferiría que fuera una sorpresa. Dime, ¿dónde y cuándo te veo?
-Te veo en el Strabucks de Avenida Juárez ok? Sábado 6 pm.
-Ok y...
-Si bueno, nos vemos ese día, cualquier cosa y me llamas. Bye!

Y como parecía ser su costumbre, se fué.

Esperé el sábado con ansias, debo admitir que tome una actitud bastante metrosexual y me esmeré como nunca en mi arreglo. Con suficiente tiempo, dinero, nervios y ganas, salí para llegar al encuentro.

Todo salío bien, platicamos, tomamos café, dimos una vuelta, los normal, se había portado linda como esperaba y planeamos la segunda cita.
Siempre nos veiamos en algún café. Tostare, Starbucks, Punta del cielo, Coffee Factory, siempre un café.

No me parecía extraño, no importaba el lugar, lo que importaba era estar con ella.
Después de algunas semanas le pedí que fuera mi novia y aceptó, yo no podía estar más complacido.

Pero mi placer se convirtió en martirio al descubrir a la verdadera Valeria.
Una chica engreída, caprichosa y mandona que no accedía a nada, no piensen mal, pero al proponerle cambiar de lugares de encuentro se negaba, si le decía que yo pasaba por ella se negaba, cualquier cosa que le pidiera la mandaba al diablo. No era justo.

Un día decidí llegar de sorpesa a su universidad a la hora de la salida para invitarla a comer.
Cuál sería mi sorpresa al verla salir de la mano de un tipo.
Guapo, fornido, alto y, por lo que vi, dueño de un BMW, claro y yo seguía viajando en metro.
Cuando Valeria me vió se le subieron los colores al rostro, dijo algo al oido de su novio quien enseguida abordé el auto y ella vino hacia mi.

-¿Pero que demonios haces aquí Mauricio?
-Quería darte una sorpresa pero obviamente el sorprendido fuí yo.
-Te dije que no quería verte hoy, tienes que hacer lo que te digo ¿o no puedes?
-Osea, ¿quieres decir que quieres que me comporte como tu juguetito? Al parecer eso soy ¿cierto?
-Cierto. Ese con el que me viste es mi novio desde hace 4 años, es hermoso e inmensamente rico como habrás notado.
-¿Y yo?
-Tú? Me gustaste, me divertiste un rato pero estaba próxima a mandarte al diablo. Entiendase que fuiste mi pasatiempo.
-Ya veo, y yo quedo como el estúpido que se enamoró de ti.
-Si, pero no eres el único Mau y sé que vas a superarlo. Mira, eres un gran chico, pero no estamos al mismo nivel ¿me explico? Y bueno ya me voy por que me estan esperando.
-Espera, una última cosa, ¿él lo sabe?
-Claro que lo sabe, si no es idiota. Pero, no importa, por que yo soy solo su pasatiempo universitario. Cuidate, bye.

Bien, fui usado y desechado como cualquier baratija, quiza eso sea, quiza no, lo que se es que no quiero ser pasatiempo de nadie.